Desde la preparatoria, he formado parte del equipo, y siempre anhelé integrar el equipo representativo de la universidad. Más que compañeras, mis compañeras son mis amigas, mi familia del fútbol. El equipo es mucho más que eso; es una experiencia enriquecedora que abre puertas y me permite combinar el deporte y los estudios.
Vivir aquí durante año y medio, gracias al deporte universitario, me ha brindado una independencia invaluable. El esfuerzo de venir a entrenar cada día ha sido recompensado con logros como la medalla de plata en futsal en los FISU American Games en Colombia.
Representar a mi país es un sueño hecho realidad, una emoción indescriptible. Enfrentarnos a otras selecciones y lograr la medalla de plata es un orgullo inmenso. Como entrenador, mi labor es darles las herramientas, pero ellas son quienes brillan en la cancha. El fútbol nos enseña valores fundamentales.
Este año ha sido extraordinario. Para mí, esto ya no es solo un equipo de fútbol; es mi lugar para ver a mis amigas, mi sueño hecho realidad. Somos un equipo unido y apasionado.
Con información de UAEMex TV.