
Todo comenzó durante la pandemia. Con el confinamiento, me involucré más en el atletismo, deporte que mis padres ya practicaban. Sin embargo, mi compromiso total llegó al ingresar a la universidad. En mi competencia más reciente obtuve medallas de bronce en las pruebas de 5,000 y 10,000 metros planos.
Fue una experiencia transformadora, ya que, aunque había competido a nivel nacional, nunca lo había hecho internacionalmente ni en otro país. Al principio, el atletismo era solo una forma de mantenerme activa durante el COVID, jamás imaginé que me llevaría a representar a mi país. Siempre soñé con competir internacionalmente, pero creí que tardaría más en lograrlo. Sin embargo, las oportunidades han surgido rápidamente, y ahora me pregunto: ¿por qué no aspirar a más?
Equilibrar mis estudios y mi carrera deportiva es un reto, especialmente por la gestión del tiempo. Se requiere disciplina y sacrificio, renunciando a momentos con la familia o salidas con amigos. Pero con dedicación, se puede lograr.
Mi mensaje para otros jóvenes es: no tengan miedo, no se limiten ni se pongan excusas. Si realmente desean algo, pueden alcanzarlo con esfuerzo y dedicación.
Con información de UAEMex TV.